‘Cochochi’ de Laura Amelia Suárez e Israel Cárdenas: los hermanos que pierden el caballo.

Conozcan a Evaristo y Tony, andan entre los 11 y 12 años, son abusados pero no les fascina la escuela, prefieren los videojuegos, perderse en el bosque y azuzar al ganado de la familia.

 

Un día les dan el mandado de llevar unas medicinas a unos parientes que viven por las cañadas. Y deciden, ¿por qué no?, tomar sin permiso el caballo del abuelo. Pero entonces se les pierde el caballo. Lo que sigue es la angustia de encontrar al valioso animal del abuelo.

 

Cochochi, ópera prima de Laura Amelia Suárez e Israel Cárdenas, es una película del camino, del crecimiento, una aventura de pérdidas y reconocimientos que merodea el tránsito de la infancia a una primera madurez. Además, todo ocurre en la sierra tarahumara y se habla en la lengua de los rarámuris.

 

Cochochi forma parte de la Tercera Muestra de Cine en Lenguas Indígenas. Platicamos con Laura Amelia e Israel sobre ésta, su primera aventura fílmica.

 

Es la primera película de los dos, también la primera vez que hacen una codirección

Laura Amelia Suárez (LAS): La primera vez que hacemos una obra cinematográfica. Nunca nos planteamos filmar un cortometraje, decidimos hacer una película con los medios que hubiese y como se pudiera, muy ingenuos pero muy lindo. Qué fuerza había en ese momento para decir: “vamos a hacer una película, por qué no”


 

Además del reto de la ópera prima en coautoría, hacen una película en la Sierra Tarahumara, ¿cómo ocurrió esto?

LAS:  Después de un rodaje en Chihuahua todo mundo nos recomendó conocer la sierra Tarahumara. Paseábamos y vimos en tres ocasiones diferentes a Tony y Evaristo, los protagonistas de la película. Nos sorprendió cuánto caminaban, lo lejos que iban y qué libertad tenían, porque a sus 11 o 12 años andaban solitos por ahí. Fue empezar a pensar en los valores de la comunidad rarámuri y fue un espejo con el momento que Israel y yo estábamos viviendo. Yo venía de acabar mis estudios y estaba en el proceso de decidir si seguía estudiando o empezaba a trabajar. Nos llamó la atención que ellos estaban pasando lo mismo pero a sus 11 o 12 años. Ese fue el detonante

Israel Cárdenas (IC): Queríamos hacer un documental pero vimos que con la cámara se sentían observados, entonces pensamos hacer una ficción y jugar con ellos. Nunca pensamos en hacer una película como quedó, pensábamos en regresar cada cierto tiempo y grabar un poco, pero la peli sucedió de una forma a la cual nosotros nos tuvimos que ir adaptando también. El resultado no es algo que nosotros nos propusimos lograr, más bien dejábamos que sucedieran las cosas y la peli nos llevó. 

Cochochi, Dirs. Laura Amelia Suárez e Israel Cárdenas

 

¿Qué dificultades representó filmar en la Sierra Tarahumara?

LAS: Durante un año estuvimos haciendo viajes para sumergirnos más en su cultura y ése fue el reto mayor, ser aceptados en la comunidad, que no fuésemos unos extraños con una cámara. Israel y yo fuimos solos al principio y poco a poco llevamos a un par de compañeros, entonces se fueron adaptando a nuestra presencia. Al final el crew no era un circo enorme, éramos un crew mínimo que vivía en las instalaciones del DIF de la comunidad, que participaba en las actividades de la familia y de la escuela. Entramos bastante a través de la escuela, con los maestros. Todo fue muy chiquito y muy artesanal. 


 

 

¿Cómo fue grabar en una lengua que no era la de ustedes?

LAS: Decidimos hacer la película en rarámuri porque era parte crucial de su cultura. Muchos niños la estaban perdiendo por el contacto con el castellano, a algunos les daba vergüenza hablarla delante de nosotros. Cuando les dijimos que íbamos a hacer la película en rarámuri fue una motivación para muchos, Al principio casi no entendíamos, pero con el tiempo comprendimos y a ellos les encantaba cuando hablábamos un poquito. Fue una motivación que la película fuese en su lengua, que ellos lo viesen como un atributo importante de su cultura, que no se puede perder.

IC: Ellos son bilingües, los que no éramos bilingües éramos nosotros, entonces tú podías comunicarte muy bien. Quisimo traducir el guion para que aprendieran sus líneas pero no funcionó, funcionaba la improvisación en el momento, decirles: “tú quieres que te presten el caballo y tienes que convencer al abuelo que te lo preste”. Al no tener que repetir algo mecánicamente les funcionaba la forma que actuaban en las cámaras, mientras estábamos filmando ellos iban traduciendo y buscando la forma de comunicar lo que necesitábamos en la escena. Después, con los subtítulos ellos se reían: “es que yo no dije eso”, decían, pero al final ganaba la película con la sonoridad  y el orgullo también de decir: “Esta película se habla en rarámuri”. Eso era mayor a que fuera exacto el guion o que estuviera bien actuado; eso pasaba a segundo plano.

Después la presentamos en un festival en Guachochi, el festival de la radio de la XETAR, un festival grandísimo, con mucha gente, era un festival con mucha música

LAS: Como cinco mil personas.

IC: Proyectamos la película y a la comunidad le gustó, se rieron, la disfrutaron y eso fue súper importante.

LAG: Íbamos a hacer una función y al final se pasó la película toda la noche. La gente la veía alrededor de la lumbre, con el fueguito encendido. Tuvimos que hacer muchas tandas porque todos la querían ver y la disfrutaban muchísimo. 


 

¿Qué les significa haber iniciado su carrera cinematográfica con una película como Cocochi

IC: Fue una peli que nos enseñó bastante, porque la forma en que ahora hacemos cine es muy parecida. Aunque las pelis son distintas, la forma en que Cochochi nos enseñó a hacer cine sigue siendo más o menos la misma. Son diferentes temas, lugares, contextos, pero el acercamiento y la energía de cómo se construye el relato, la gente que rodea a la película, es muy parecida a lo de Cochochi

LAS: Fuimos muy afortunados de hacer esta película, en República Dominicana hubiera sido imposible hacer una ópera prima en esos años, a principios de los dos mil. 


 

Cochochi (México, 2007). Dirección: Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas. Guión: Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas. Producción: Donald K Ranvau, Pablo Cruz. Fotografía: Laura Amelia Guzmán, Israel Cárdenas. Sonido: Alejandro de Icaza. Música: Lynn Fainchtein. Reparto: Luis Antonio Lerma Torres, Evaristo Corpus Lerma Torres, José Ignacio Torres Rodríguez, José Angel Torres Rodríguez, Luis Alfredo Villalobos Nevares, Cristóbal Nevares, Juan Nevares, Manuela Torres, Luis Marcial Bernardino Torres, María Rosa Rodríguez, Silverio Villalobos