‘Querida Nancy’, de Olivia Peregrino: una mujer y el espectáculo de su inteligencia

¿En qué momento decidiste realizar un documental sobre Nancy Cárdenas?

A Nancy Cardenas nunca la conocí en persona, de hecho cuando ella murió, en 1994, yo todavía no me reconocía como parte de la comunidad LGBT+. Años después que empecé a estudiar Periodismo supe de su existencia y en algún momento, cuando estaba terminando mi carrera de Lenguajes Audiovisuales, me entró la curiosidad por saber más de ella a nivel personal, porque esa información no estaba disponible en ningún lado.

Tal vez se sepa lo que hizo Nancy como directora de teatro, artista, poeta y activista, pero se le veía como algo distante, entonces quise saber más de ella y por eso decidí hacer el documental.

¿Cómo fue el proceso de crear este documental?

Tardé unos seis años en sacar adelante el proyecto, al inicio no tenía ni idea que hacer una película me iba a llevar tanto tiempo porque yo venía de la fotografía, pero sé que son los procesos normales al realizar una película.

A lo largo de estos años, lo que nos mantuvo firmes fue ese deseo profundo de rescatar la vida de Nancy Cárdenas. Hubieron situaciones personales que afectaron mucho el proceso y también, al ser un proyecto independiente, que hicimos con nuestros propios recursos y con amigos de la comunidad LGBT+, no teníamos el dinero suficiente para dedicarnos al cien por ciento y eso alargó el rodaje.

Pero viéndolo en retrospectiva, esas limitaciones me permitieron pensar bien la historia e ir depurando el material.

¿Cómo conseguiste el material de archivo sobre Nancy Cárdenas que aparece en el documental?

Antes de morir, Nancy Cárdenas donó todo su archivo audiovisual al Centro de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), quienes son los custodios del archivo hasta la fecha. Los contacté para saber si podríamos utilizar su archivo y afortunadamente accedieron y nos ayudaron bastante.

También hicimos una búsqueda de artículos periodísticos de la época y buscamos un programa de televisión en el que apareció Nancy. Hay algunas entrevistas que le pertenecen a Televisa, pero esas no las pudimos conseguir por cuestión económica, ya que para obtener los derechos de ese material nos teníamos que salir de nuestro presupuesto.

Aunque tu tema central es la vida y obra de Nancy Cardenas, por extensión también hablas con toda la generación que hizo activismo a lado de ella, como Alma Aldana, Mabel Garza o Isabel Mijares. ¿Cómo fue tu experiencia al entrevistar a estas personas?

Para mí era importante entrevistar a gente que haya sido cercana a Nancy, para poder rescatar la parte humana y personal que yo quería conocer. Ese fue el primer filtro al seleccionar las entrevistas.

En el documental aparecen personas que, junto a Nancy, irrumpieron en los temas que preocupaban a la comunidad LGBT+ en aquella época, porque como vemos en el documental había muchas restricciones, censura y persecuciones hacia las personas que pertenecían al movimiento.

Fue muy bonito conocer a estas personas y ver a Nancy a través de los ojos de ellos, ya que además de alimentar mi curiosidad, también alimentó mi deseo de continuar con el proyecto. De igual forma, me gustó mucho conocer sobre el movimiento feminista de aquellos años.

Aunque debo admitir que me hubiera gustado saber más sobre Nancy a través de su propia boca, sobre todo de su vida amorosa y su enfermedad.

¿Qué tanto crees que le deban las nuevas generaciones de la comunidad LGBT+ a Nancy Cardenas?

Sí se ha avanzado mucho en la cuestión de los derechos de la comunidad LGBT+, pero también es evidente que falta mucho todavía. Ahorita se están legislando en los estados la cuestión del matrimonio del mismo sexo y en algunos estados no avanza mucho.

Pero definitivamente le debemos mucho a Nancy, porque ella nos abrió la puerta en un momento en que todo estaba cerrado para nosotros. La propia Nancy admite que tuvo miedo en algún momento, pero siempre tuvo mucha valentía para estar al frente del movimiento.

¿Qué crees que estaría haciendo Nancy Cardenas en el 2022?

Seguiría haciendo teatro, siempre dijo que el teatro era su pasión. También continuaría su lucha por los derechos sociales y culturales de las comunidades marginadas.