Festival Internacional Cine en el Campo: saberes en la pantalla

El Festival Internacional Cine en el Campo lleva 13 años de llevar historias y pantallas a las comunidades más alejadas del país. Es un proyecto pionero en la exhibición itinerante, qal ue ahora se han agregado varias iniciativas valiosas.

 

Organizado desde la Fundación Todo por el Cine, el Festival Internacional Cine en el Campo ha generado una importante sinergia entre las comunidades involucradas en el proyecto. Porque sí, se trata de compartir las historias del cine mexicano, pero el propósito va más allá: se comparten cortometrajes, videos, miradas, ideas, que buscan fortalecer las acciones y los saberes comunitarias. En este sentido, el Festival Internacional Cine en el Campo también funge como un juglar en pantalla grande, que va de comunidad en comunidad compartiendo ideas, noticias y afectos.

 

Platicamos con María Fernanda Rivero sobre esta iniciativa, que en 2022 llega a su edición 13 y que se realiza durante los meses de octubre y noviembre en comunidades de Quintana Roo y Guanajuato.

 

El Festival Internacional Cine en el Campo es organizado por la Fundación Todo por el Cine. ¿Me puedes contar cómo están organizados?

La Fundación Todo por el Cine lleva 13 años de actividades. Desde entonces nos hemos dedicado a trabajar con comunidades rurales, ya sea con talleres de creación cinematográfica, o con proyecciones de cine dentro de las comunidades, para que a través de su cosmovisión puedan contar sus propias historias. Somos una herramienta para que ellos puedan crear su guión y utilizar las cámaras.

Desde el inicio buscábamos que las comunidades pudieran crear sus contenidos, pero también nos dimos cuenta que se necesitaba un espacio para exhibirlos. En ese contexto nació el Festival Internacional Cine en el Campo, que busca compartir contenidos audiovisuales en comunidades que no tienen acceso al cine. 

La fundación busca generar conciencia social y ambiental, ir sembrando semillas para transformar nuestra realidad; eso busca el Festival Internacional Cine en el Campo; por eso esta edición se llama Sembrando Conciencia.

 

 

¿Están focalizados en una región del país o intentan recorrer diferentes zonas?

Hemos estado por todo el país. Por lo general, en cada edición tratamos de movernos a diferentes regiones, sin embargo, en los últimos años nos hemos focalizado en la península de Yucatán y Quintana Roo, ya que allí hemos encontrado aliados y buena reacción de la gente. Esta edición también estará enfocada en Guanajuato, pero por lo general nos vamos moviendo. 

También depende mucho de los aliados que tenemos, ya que para nosotros es importante trabajar con gente que tiene experiencia en comunidades, para que nos apoyen en el contacto con la gente.

 

Hacer un festival de cine itinerante debe ser más complicado que organizar un festival focalizado en una ciudad específica. ¿Cuáles son los retos que enfrentan?

Todo es más inesperado, muchas veces tenemos que hacer contacto con las comunidades con mucho tiempo de anticipación, para checar que no se empalme con otros eventos, como misas o fiestas. Por otra parte, al realizar nuestras proyecciones al exterior también nos enfrentamos a las inclemencias del clima.

Pero tiene muchas recompensas, porque la gente siempre se va muy contenta de las funciones. Al final hacemos una sesión de preguntas y respuestas para tener interacción y que ellos nos den su retroalimentación. También van muchísimos niños a las funciones y es increíble escucharlos.

 

 

¿Habrá alguna experiencia o evento que te haya marcado y motivado para seguir adelante con el festival?

En la quinta edición del festival nos enviaron un cortometraje de una comunidad de Puebla, que inventó un sistema de riego por goteo. Lo proyectamos en muchas comunidades y quedamos sorprendidos, porque al final de las funciones la gente decía que iba a implementar el sistema para sus comunidades, y hasta nos daban las gracias por difundir este tipo de proyectos.

Para nosotros fue increíble ver el intercambio de ideas y conocimientos entre comunidades, que a lo mejor están separadas geográficamente pero que tienen necesidades similares. También hemos organizado talleres para que la gente reflexione sobre sus problemas y se informen sobre lo que sucede en otras comunidades.

Para la octava edición hicimos un proyecto que se llamó Las aventuras de Itzel y Sonia, donde fuimos a diez comunidades y cada comunidad continuaba la historia del cortometraje. Fue un ejercicio muy interesante porque nos dimos cuenta que cada comunidad, esté en Oaxaca, Chiapas o Yucatán, vive distintas cosas, pero al final las necesidades son las mismas, aunque cambie cómo las abordan.

 

Recibieron el apoyo de Focine para este año. ¿De qué manera les funciona el apoyo para que ustedes sigan desarrollando sus funciones?

Estoy muy agradecida con el Imcine porque desde el inicio nos han apoyado, y gracias a su apoyo el proyecto continúa vigente. Sabemos que valoran el esfuerzo que hacemos de ir a las comunidades y llevar otro tipo de entretenimiento y saberes, para generar un intercambio de conocimientos y sembrar conciencia desde el cine.

Siento que estamos muy alineados con lo que Imcine busca, tener nuevas audiencias, nuevos públicos y descentralizar la exhibición. De hecho, fuimos pioneros en empezar con la descentralización, porque desde ahí surgieron otros proyectos que siguieron la línea y pusieron su granito de arena.

Pero todavía hay que abrir nuevos espacios, generar nuevas salas de cine itinerante y formar más alianzas con otros festivales que tienen la misma visión. 

 

Llevan 13 años realizando el Festival Internacional Cine en el Campo. ¿Cómo te gustaría que evolucionara el proyecto?

Hemos ido evolucionando en compartir contenido con otros países de Latinoamérica; a veces nos mandan contenido de otros países para proyectarlos y también nos piden nuestra programación para sus festivales, así que nos gustaría seguir creciendo en esta parte, para seguir mejorando nuestras relaciones con otros países.

También queremos seguir haciendo este intercambio de saberes, recibir más cortometrajes hechos por las comunidades para proyectarlos en otras comunidades, y que así crezca el acervo de las comunidades. También nos gustaría llegar a más regiones, así que tenemos la intención de crear más funciones y actividades.