Efímera, ópera prima de Luis Mariano García, recurre a la fantasía, la adolescencia y la diversidad del amor para hablar sobre lo ineludible y desafiante que es la muerte. En el fondo, traza una pregunta crucial: ¿Cómo hay que vivir la vida? ¿Debe ser un proyecto bien definido, o el juego azaroso de apostar por los afectos?
Estoy obsesionado con la muerte, no estoy seguro por qué, muchas horas de terapia no han terminado de dejarlo claro, pero no hay día que no piense en la muerte de alguna manera y eso quería mostrar en la película, alguien con gran conciencia de la muerte.
Otra cosa que me gusta es lo fantástico como metáfora de cosas interiores. Encontré una forma adecuada de mostrar esta capacidad de ver que ahí está la muerte y que está por todos lados, un poco volverlo una parte integral del personaje Emilia, no tanto un truco de magia sino de manera más profunda. Es un poco esa obsesión con la muerte y las ganas de metaforizar desde lo fantástico, así surge esta la peli.
Es la naturalidad con la que veo el amor, sin importar de qué género son los integrantes de ese amor. Es un poco esa naturalidad con la que por suerte he crecido, me parece la forma con la que más cómodo me siento.
Qué bueno que exista una gran diversidad de historias para presentar la diversidad, pero sin duda prefiero esta forma en la que no es el meollo del asunto. Es a lo mejor un aspecto fantástico en la película, que no haya el mínimo inconveniente, incluso que se aprecie que exista una relación bonita entre ellas.
Danae siempre estuvo pensada, la conocí cuando daba sus primeros pasos, tendría once años, compartí set con ella y siempre la he admirado. Ella sale en la que probablemente es mi película favorita mexicana, Club sándwich, entonces desde muy temprano, en el proceso de escritura, Emilia tuvo la cara de Danae y fue de las primeras personas que le mandé el guión. Por suerte le gustó mucho, sintió conexión emocional con el personaje y con la historia, y por suerte pudo estar en el proyecto.
Por el contrario, a Renata nunca tuve mucha claridad de quién fuera a interpretarla. A Carla Adell me la propuso el productor Víctor Léycegui, que en alguna ocasión había trabajado con ella. Es una chava súper inteligente, súper madura, que entiende bien y de manera profunda un montón de cosas. Me hizo ver cuestiones que yo no tenía claras del personaje y desde ese momento pensé que era la ideal.
Ahí tenemos a otra de las colaboradoras más importantes, la diseñadora de producción Daniela Cruz, quien ha sido mi mano derecha desde el primer ejercicio en el CUEC. Su visión logra aterrizar de manera concreta cosas que a lo mejor funciona de manera abstracta en mi cabeza.
El trabajo de Daniela y el equipo de arte fue fundamental para tener paletas de color bien diseñadas y establecidas. Este diseño combina bien con Cuernavaca, con ciertos tipos de calles, de arquitectura, similares a donde me tocó crecer. Yo soy de Cuautla, el productor es de Cuernavaca, entonces hay algo de morelense en este mundo, pasado por el filtro de diseño de producción, que le da este toque de fábula, que permite que la historia se desarrolle de forma orgánica.
Es importante que existan películas que denuncien cómo la sociedad sigue cuestionando los derechos de las personas, sus decisiones y su vida privada. Pero por otro lado también es importante mostrar a dónde queremos llegar.
Muchas personas todavía tienen recelo de cómo existen estos aspectos de la vida, es importante presentarlo en una película como una realidad, que a lo mejor no es el tema principal, que no se marca como en muchas películas donde sí es el meollo del asunto. Es importante mostrar esta realidad desde películas que no exclusivamente quieran mostrar esas realidades.
Es bien interesante la adolescencia, tanto en la posibilidad de creación de historias como por su público. Desde el lado creativo los personajes adolescentes se prestan mucho para la exploración, para que el desarrollo dramático funcione en aprender cosas sobre ellos y esto es súper necesario para el público en esta etapa de su vida, en estos momentos en los que están definiendo un montón de cosas.
El tener la posibilidad de verse reflejados en una inmensa diversidad, no es que el cine les dé permiso, pero sí que se sientan más a gusto de las decisiones de su vida, y justamente verse reflejados en la pantalla es valioso. Qué bueno que el cine mexicano vaya volteando más y más a contar historias propias de estas edades.
Efímera (México, 2021). Dirección: Luis Mariano García. Producción: Víctor Léycegui. Casa productora: Producciones Varios Lobos. Fotografía: Alfonso Mendoza. Edición: Raúl Zendejas. Música: Pamela Rodríguez. Diseñador de sonido: César González. Diseño de producción: Daniela Cruz. Diseño de vestuario: Dalia Rosales. Diseño de maquillaje: María Glennie. Posproducción: Víctor Velázquez, Gustavo Bellón. Reparto: Danae Reynaud, Carla Adell, Hernán Mendoza, Paloma Woolrich. Locaciones: Cuernavaca y Cuautla, Morelos.