Todavía no estaba muy definido, pero la idea de una heroína que lucha contra una fuerza adversa de su comunidad me interesó mucho. También la posibilidad de conocer la región del Istmo, Juchitán, que en ese momento era desconocida para mí. Hago documental y me interesan las comunidades minoritarias, me pareció una propuesta interesante, que evidentemente hubo que desarrollar después con el guionista, pero de entrada me fascinó.
Es un drama fantástico, también podría ser un thriller social. Al final es una película de género, algo muy interesante. Se tiende más al cine de autor, sobre todo cuando son películas de bajo presupuesto, de repente las películas de género tienen elementos establecidos de antaño, pero de pronto se vuelve interesante no sea el mismo código, que se mezclen varias cosas.
En la ficción el tema es que hay actores, el trabajo actoral es realmente el cambio. El proceso emocional de cada secuencia, el arco dramático que va sufriendo cada personaje y cómo vas logrando eso con la dirección de actores, eso fue lo distinto.
Yo hago dirección y ya tenía experiencia, estudié arte dramático y actuación, no es algo que haya tenido tan lejos, pero el documental se construye de otra manera, hay una pureza en la manera en que retratas a los personajes.
Me gusta este trabajo en la ficción, creo que me voy encaminar hacia allá. Ahora estoy haciendo un proyecto de ficción, que si bien tiene vasos comunicantes con el documental vuelve a implicar trabajo actoral.
Las tres son muy diferentes, aunque en la película integran una familia en esencia emanan energías distintas. Claudia Santiago es una actriz con mucha fuerza, reflexiva, con técnica, tiene muchas referencias de todo tipo, tanto culturales como teatrales, que convirtieron el trabajo con ella en algo muy propositivo.
Norma tiene una presencia hermosa, sus miradas me cautivaron. Es muy clavada en el proceso interno del personaje, preguntaba muchas cosas, de ella aprendí mogollón.
Para Sótera hicimos casting en Juchitán, era una niña muy pequeña, me encantó su voz, su presencia, de pronto cantaba rap, escribía poesía y algo en su interior llama mucho la atención.
Las elegí por separado, en tu cabeza empiezas a pensar que podrían ser esa familia, de pronto las pones en pantalla y ahí ya estás viendo la película. También ha estado muy padre que Claudia y Sótera son de allá, le daba mucha verosimilitud a la película.
El término conseguir me parece raro, esto ocurrió, el destino quiso que hiciéramos la película antes y que de alguna manera los espacios permanecen fijados en la película.
El hotel donde estuvimos, que también sale en la película, desapareció. Ahí nos ayudó su dueña, que falleció en el sismo y el hotel desapareció. Tengo recuerdos de esa señora, de su hija y su nieto, esa familia nos acogió, que nos prestó el espacio como locación, nos alimentó con su catering y me da mucha pena. Podría rescatar que está en la memoria, que la película se ha hecho para recordarles, hay un tributo hacia ellos, podría decirse.
Tuvimos un pequeño problema de proyección, el archivo de pronto perdió algunas secuencias, me dio un shock tremendo pero son cosas técnicas y lo estamos solucionando. El público fue muy receptivo, recibimos comentarios bonitos sobre la cuestión de las chicas, la problemática en México en general.
La historia de Guiexhuba está pasando en el país desde hace siglos, esta problemática se captó y hubo como comentarios positivos. Algunos periodistas nos felicitaron, yo me emociono mucho, estuvo muy guay.
Guiexhuba:(México, 2021) Director: Sabrina Muhate. Producción: Agustín Buendía. Guión: Dariela Pérez. Fotografía: Natali Montell. Reparto: Claudia Santiago, Norma Pablo, Humberto Busto, Antonio Monroi, Gabriel Pascual, Moisés Cardez, Sótera Cruz.