'El maíz en tiempos de guerra', de Alberto Cortés: la cotidianidad de la milpa

Director de dos clásicos de nuestro cine como Amor a la vuelta de la esquina (1986) y Ciudad de ciegos (1991), Alberto Cortés se unió al entusiasmo zapatista y en alianza con el EZ produjo y dirigió la película Corazón del tiempo (2008), con argumento y personajes que existían en las comunidades de Los Altos de Chiapas. 

 

Esta película lo llevó a un ejercicio de más ambición, en tanto implicaba participar en varias regiones del país: El maíz en tiempos de guerra. “Era hablar de la urgencia del maíz”, cuenta Cortés. “Con la introducción del maíz transgénico se nos ocurrió hablar de las bondades del maíz, en lugar de hablar de las perversidades del transgénico. Para eso nos planteamos lo que es la película, seguir a cuatro milpas durante un año agrícola.” 

 

Hablada en tsetsal, wiwárika, ayuujk y español, El maíz en tiempos de guerra participa en la 3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas. Platicamos con Alberto Cortés sobre este ejercicio cotidiano de las comunidades a partir del maíz. 

 

¿Como nace el proyecto de El maíz en tiempos de guerra?

Cuando filmé  Corazón del tiempo viví en comunidad y estuve muy cerca de lo que es básico para las comunidades, que es el maíz. En Corazón del tiempo ya está todo el proceso: las semillas, cómo se cosecha, cómo se preparan las tortillas. Con la introducción del maíz transgénico se nos ocurrió que lo mejor sería hablar de las bondades del maíz, en lugar de hablar de las perversidades del transgénico. Entonces planteamos el seguimiento de cuatro milpas y cuatro familias campesinas durante un año agrícola.

Les gustó la idea a estas familias campesinas, hablar del maíz, nada más. Y de alguna manera pasan otras cosas con el maíz en primer plano, te muestra su vida cotidiana,  el trabajo de la milpa, que no usan fertilizantes, y también mostrar la defensa del maíz, que no es nada más de la planta, va mucho más allá. Por ahí se mueve esta película y en algunos momentos se logra.

El título El maíz en tiempos de guerra salió después del montaje, y era hablar de la urgencia del maíz. 

 

En la película se identifican tres comunidades en Chiapas, Jalisco y Oaxaca. Debió ser un reto abrir la producción a tres regiones distintas.

Nuestra primera propuesta era que fueran los cuatro puntos cardinales; no lo pudimos hacer en su totalidad, pero de alguna manera sí: los wixárikas en el norte, los  ayuuk-mixes y los tsotsiles en Chiapas. Son tres territorios pero son cuatro familias campesinas. 

Hubo también mucha intención de que las mujeres participaran, porque siempre hay esta idea de que sólo los hombres son los campesinos y el trabajo de la tierra es una labor conjunta. Entonces eran importante que fueran familias completas.

 

En El maíz en tiempo de guerra destacan las lenguas tsotsil, wixárika y ayuujk... ¿en qué ayuda que los personajes hablen sus lenguas, desde un punto de vista creativo?

Es muy diferente que hables en tu lengua materna a que lo hagas en otra lengua: te expresas mejor, lo cuentas como cualquier persona. Yo hablo un poco de inglés pero prefiero que me entrevisten en español, me siento más cómodo, y lo mismo es para ellos. Nos importaba no filmar con prisas en sus casas, estar con todo el tiempo del mundo, esperar el mejor momento para fotografiarlos, respetar qué querían mostrarse y qué no. Ellos nos van diciendo cómo quieren que los veamos y eso incluye su idioma, lo que favorece más a ellos que a la producción.

Ahora, sí tenía dificultades porque había que ir a cada uno de estos lugares, tres o cuatro veces durante el año agrícola. Entonces intercalamos una visita con otra durante cinco meses. No fue una filmación continua, pero había una continuidad narrativa en relación con el maíz.

Aunque es curioso, hablando de lenguas indígenas, crees que maíz es una palabra mesoamericana y en realidad la introdujeron los taínos caribes de Cuba, que le llamaban mahis. Como los españoles lo vieron allá por primera vez, cuando llegaron acá ya lo habían castellanizado a maíz. Pero en México hay tantas palabras para definir al maíz como lenguas: en ayuujk se le dice mooc, en maya es ixi’im, en náhuatl se dice tlaoli. Entonces el maíz tiene sus propias palabras y sus maneras de definirlo.

 

 

Creo que la película llega a niveles de la cosmovisión mesoamericana del maíz. Hay frases como que sin la milpa no hay fiesta, no hay música, no hay territorio; me parecen opiniones de tono espiritual. 

Hay toda una manera mística de relacionarse con el maíz que no metí en esta película por respeto. Sin embargo ahí está presente, en el discurso de estos campesinos.

Todos los mitos originarios de los pueblos en México tienen que ver con el maíz: a partir de él se creó al ser humano, los mayas se modifican el cráneo para parecerse al maíz, hay una gran cantidad de mitos con los que no nos metimos porque la película tiene otro tema, que es la lucha por el territorio.

Las comunidades que tocamos tienen una relación muy fuerte con un territorio y eso tiene que ver con el maíz y con la vida, en esta lucha se traduce cómo los personajes se refieren a esta planta.

 

El maíz en tiempos de guerra, Dir. Alberto Cortés

 

¿Las personas que participaron en la película ya la vieron? 

La familia wixárika estuvo presente en el estreno en el festival de Guadalajara; también la pasamos alguna vez en Chiapas;  además se mostró en la televisión.

Son personas cercanas a la defensa del maíz y este material les es cercano para una lucha más amplia, que tiene que ver con su manera de vivir la vida: la del campesino que produce lo que come. Esta manera de vivir se nos enseñó como algo atrasado o primitivo, pero en las últimas décadas muchos pueblos nos han mostrado que la verdadera modernidad está en el campo.

 

¿Qué te parece el cine que se está haciendo ahora desde las comunidades indígenas, trabajos como los de María Sojob, Xun Sero, Luna Marán?

Todos estos que mencionas son buenísimos, Mamá de Xun Sero es excepcional, por ahí también está Yolanda Cruz, Xóchitl Enríquez, con cosas muy buenas y vienen más. Es un movimiento que ya tiene varios años y ahora está floreciendo, los recientes apoyos han ayudado a dar luz a muchos proyectos. Creo que hay gente muy inteligente y algo que cambia mucho en el cine que se está haciendo en las comunidades, es que parten de que tienen cosas que decir.

El maíz en tiempos de guerra (México, 2017). Dirección y guión: Alberto Cortés. Compañías productoras: Bataclán Cine, Foprocine, TV-UNAM, Bambú, Barandal Post. Fotografía: Marc Bellver. Música: Steven Brown, Julio García. Lenguas: huichol, mixe, español, tseltal. Reparto: Eutímio Díaz, Marcos Martínez, Lucía Martínez, Fernando Guzmán, Carmela Guzmán, Sebastián López, Juana Girón.