3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas: visiones y curaciones

En octubre, la 3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas explora las posibilidades y los asombros de los procesos curativos en las comunidades de nuestro país. Celebra el Día Mundial de la Medicina Tradicional, que se conmemora el 22 de octubre, con dos producciones sobre las formas que tienen las comunidades de curar los cuerpos y los espíritus de las personas

 

Mientras en las comunidades mayas don Lucio ha visitado el mundo sobrenatural de los Guardianes del Mayab, y de ellos ha aprendido el oficio de sano y sanador, la legendaria María Sabina dialoga con los niños santos para conseguir la curación física y espiritual de quienes acuden con ella.

Guardianes del Mayab, de Jesús Magaña y María Sabina, mujer espíritu, de Nicolás Echevarría, son los títulos que comparten las prácticas, la sabiduría pero sobre todo, la filosofía y la cosmovisión de las comunidades mayas y mazatecas del país.


La 3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas será el 19 y 20 de octubre en contigoenladistancia.gob.mx y del 21 al 31 de octubre en sedes presenciales, televisoras públicas y FilminLatino, la plataforma del Imcine

 

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Guardianes del Mayab, de Jaime Magaña: hacer visible lo invisible

 

Guardianes del Mayab es un documental que hace visible algo invisible; retrata una creencia ante la que muchas personas son esce´pticas y representa co´mo viven los mayas de Yucata´n sus tradiciones.

 

A pesar de haber crecido en una pequeña comunidad sin energía eléctrica y sin tecnología, Jaime Magaña comenzó a interesarse por los medios audiovisuales a través de la radio. “En mi comunidad no tenía acceso a la electricidad, de hecho crecí con una radio de baterías que me mantenía informado de lo que pasaba en mi exterior. Después conseguí mi primera cámara analógica y eso me motivó mucho para acercarme al cine.”

 

Posteriormente, cuando el director Jaime Magaña cursaba la universidad, conoció a Lucio Puc, un chamán maya yucateco que después de morir viajó a la dimensión de los siete cielos, donde conoció a los báalam (guardianes) quienes le otorgaron el poder de la curación y la sabiduría, poderes que utilizará al volver a la vida para ayudar a sus semejantes.

 

“Antes de llegar a Ambulante había trabajado con unos amigos dando clases en comunidades apartadas y marginadas, en aquella época andaba con una grabadora de audio porque me encantaba registrar los sonidos de las comunidades. En 2002 conocí a unos amigos que organizaban el festival de cine Geografías Suaves y con ellos aprendí muchísimo sobre cine documental.”

 

A partir de entonces, se interesó aún más en los conocimientos y en la historia de vida de Lucio Puc: “Crecí en una comunidad mayas, de hecho soy maya hablante, y mi abuelito tenía características similares a las de Lucio, incluso muchos de sus conocimientos son similares, y por eso lo elegimos para realizar el documental”.

 

Desde sus primeros acercamientos, Lucio mostró mucho interés en realizar el documental: “Para Lucio no fue difícil hacer el documental porque él sí tuvo acceso a la tecnología y nunca se sintió incómodo frente a la cámara. Desde que le conté mi idea accedió sin ningún problema y me dio todo el tiempo que quería para tener todo el material que necesitaba; creo que eso es algo que caracteriza a nuestras comunidades, realmente nos gusta mucho promover nuestra cultura y tradiciones.”

 

Guardianes del Mayab forma parte de Ambulante Más Allá, un proyecto de formación documental que mantiene el propósito de acompañar los primeros pasos de nuevos realizadores en México y Centroamérica. “Ambulante me encantó porque me enseñó muchas formas de hacer cine y me acercó a otros directores que también están realizando cine documental en comunidades maya.”

 

Además de realizar cine documental, Jaime Magaña está trabajando en un acervo audiovisual de las comunidades mayas con la intención de fomentar la preservación de la lengua maya. 

 

*Redacción: Luis Felipe Maceda

 

María Sabina, mujer espíritu de Nicolás Echevarría, y el crepúsculo de la chamana

Curandera de origen mazateco, María Sabina adquirió fama mundial a partir de las entrevistas que a finales de los años cincuenta le realizó Robert Gordon Wasson, quien divulgó las propiedades psicodélicas de los hongos oaxaqueños.

Hacia finales de los setenta,Nicolás Echevarría tomó la misión de documentar los rituales de la santera. El resultado fue uno de los primeros largometrajes documentales sobre los pueblos originarios. María Sabina, mujer espíritu.

“Fue un encargo de Bosco Arochi, quien era el director del Centro de Producción de Cortometraje en esa época”, recuerda Echevarría. “Yo ya había realizado dos películas sobre comunidades indígenas y Bosco Aroche me encargó este documental.” Aunque la idea original era hacer un cortometraje, el primer corte, de 80 minutos, dio pie para crear el largometraje documental, que además fue de los primeros en exhibirse comercialmente en México.

 Nicolás Echevarría ya había visitado a la chamana de Huautla, cuando estudiaba en el Conservatorio. “Era una expedición obligada de los jóvenes en esa época, íbamos en autobús hasta Huautla y participábamos en las veladas de María Sabina”. Pero entonces no logró asimilar la riqueza curativa y espiritual de Sabina. Hasta que llegó con vocación de cineasta comprendió la profundidad de su filosofía y sus curaciones.

“Te ayudaba a interiorizarte y a llegar al fondo de tus problemas”, explica Echevarría, “esa terapia se sincronizaba con un vómito que sale en la película, al tiempo que uno está sacando sus problemas; hay una sincronización con la cuestión de sacarlo todo físicamente, ella lo dice: ‘cuando el paciente no puede vomitar, yo vomito por él’, para mí es una de las partes más interesantes de la película.”

En María Sabina. Mujer espíritu es un ejercicio en el que el documentalista aseguro haberse fundido con la persona de la curandera. En la medida que se produce el efecto del hongo, las dos personalidades, la de la chamana y el paciente, se van entendiendo y llega el punto donde se apagan las velas y en la obscuridad tienen la oportunidad de compartir un mundo interior”.

Este documental cuenta con la participación del investigador y traductor del mazateco Álvaro Estrada, autor del libro María Sabina, la sabia de los hongos, de donde salieron extractos que leyó en off Andrés Henestrosa.

Además del apunte visionario de los hongos, Echevarría también buscó mostrar la vida cotidiana de la santera. “Viví en su casa y esto me permitió documentar su vida cotidiana. No puedo negar que la presencia de la cámara influye en su comportamiento, sin embargo, siento que haber documentado estas actividades es mejor que no haberlo hecho, aunque tenga algo de ficción, si se puede llamar así.”

Además, Echevarría considera valioso haber conseguido imágenes de la chamana en los últimos días de su vida. “Cuando filmé la película María Sabina tenía 80 años y murió cinco años después. Rescaté, no a la María Sabina que documenta Gordon Wasson, la mujer de una fuerza extraordinaria; en la película sus cantos son de una mujer cansada, que ya no tenía tantas actividades como curandera, ya está cansada, anciana, y la película tiene ese ritmo. Cuando uno escucha las grabaciones de Gordon Watson son maravillosas la energía y los cantos, pero ella es la María Sabina que me tocó.”

María Sabina. Mujer espíritu también es el ejercicio de un documentalista que rechaza visiones antropológicas o etnográficas; que busca, ante todo, generar un estilo propio. “Siempre he querido darle un sello personal a lo que hago, yo creo que eso es importante.  No sé si la mejor manera de retratar un rito o un personaje es tratando de ser objetivo. Creo que es mucho más sincero tratar de transmitir la propia mirada de enseñanza, en todo caso.”