Colectivo Los Ingrávidos: así será el trance en Róterdam

Doce piezas audiovisuales: loops de semillas, colmillos que danzan, el éxtasis de las tunas y los nopales, hasta que un zapato de mujer revela un cementerio clandestino; pulmones, 50 años del 2 de octubre y los ancestros; un robot en el desierto; turistas en Teotihuacán: arduo sería agotar las imágenes que propone Colectivo Los Ingrávidos. Pero con ellos buscan poner en trance a la ciudad de Rotterdam en la edición 53 de su festival de cine (IFFR). 

Once piezas en Focus, que se reparten en dos programas: Tierra y Resistencia; Encantamientos e Invocaciones. Entre ellas, tres estrenos mundiales: Colmillos (2024), Seeds (2024) y Ritual (2024). 

Mientras que Tonalli participa en la sección sound//vision y habrá una conversación el 29 de enero: de esta manera Colectivo Los Ingrávidos celebra doce años de exploración, riesgo y subversión del discurso audiovisual. 

Colectivo Los Ingrávidos propone trances chamánicos, convocar a lo ancestral y provoca rituales desde la pantalla. 

 

¿Quiénes son Colectivo Los Ingrávidos?

 Se fundó en 2012, provienen de Tehuacan, Puebla y buscan “desmantelar la gramática audiovisual comercial y corporativa y su ideología arraigada”. Inspirados en las vanguardias cinematográficas alternas al cine hegemónico, “utiliza tanto la forma como el contenido contra realidades alienantes”. 

¿Cómo describe su obra Colectivo Los Ingrávidos?

Se valen de lo digital y lo analógico; intervienen materiales de archivo, hacen uso de la “mitología, el agitprop, protestas sociales y poesía documental.” Integra elecciones sonoras audaces, en una unificación pura y decidida que puede ser, en ocasiones, sublime.

Varían desde arreglos animados digitalmente de imágenes médicas, hasta superposiciones rituales pulsantes, y deliciosas danzas de cámara con el sol y la luna. También presenta trabajos extensos sobre temas específicos: acción política e indignación, y una de sus películas más largas presenta una banda sonora de jazz, sobre exuberantes capas de imágenes naturales y poéticas de árboles, flores, tótems y danza.

Más de 500 trabajos en vimeo, casi todos abiertos, excepto las que van a Rotterdam y algunas piezas nuevas que irán a festivales; tras sus giras por el mundo estarán abiertas.

Batalla, Colectivo Los Ingrávidos

Aunque sus preocupaciones son locales, Colectivo Los Ingrávidos apuestan al internacionalismo. 

Detallar los países y festivales que han presentado su trabajo agotaría este espacio. Un loop arbitrario ejemplifica: El Experimental Film & Video Festival en Seúl; Festival Internacional de Cine Experimental de Moscú, Semana de la Crítica de Berlín, Fenda – Festival Experimental de Artes Cinematográficas (Brasil), The Florida Experimental Film/Video Festival, ULTRAcinema – Cine Experimental, Museo de Arte Moderno MoMA de Nueva York; Bienal de la Imagen Movimiento de Buenos Aires (BIM). Y entre sus reconocimientos se encuentran el Premio Kodak en MIFF - Festival Internacional de Cine Experimental de Moscú 2021; Premio del Jurado en el Festival de Cine de Media City; Premio Marian McMahon Akimbo en el Festival de Cine Imágenes 2018. 

 

Colectivo Los Ingrávidos: búsquedas formales-experimentales pero también comentarios críticos por temas políticos o sociales. 

Dos paradigmas refuerzan su actividad práctica y colectiva: 1) la dispersión, proliferación y germinación de las piezas a través de las plataformas digitales (twitter), lo que genera una intermitencia en relación a la tiranía que ejerce la industria cultural y académica. 2) el anonimato en la producción y dispersión audiovisual. 

Colectivo Los Ingrávidos busca acentuar las contradicciones de los sistemas de imágenes y producir metodologías novedosas para modificar la radición iconográfica, sonora y audiovisual.

Coyolxauhqui, Colectivo Los Ingrávidos

Con unos 500 trabajos audiovisuales, ¿cómo hacen la curaduría (11 películas para Focus, una más para Sound/Vision) para Róterdam?

El colectivo propuso películas y los programadores de Rotterdam crearon la curaduría final; escribieron sinopsis de cada pieza, así como para el ensayo que aparecerá en el catálogo del festival. Los programadores leyeron textos y manifiestos, plantearon preguntas y entrevistas, hubo una conversación constante con ellos.

Se cuestionaron su propia curaduría. Se tomaron el tiempo de estudiar y analizar cada pieza audiovisual.

Los programadores del Festival de Rotterdam han dicho de Colectivo Los Ingrávidos: #estas películas son desafiantes y requieren atención y reflexión, también son extremadamente magistralmente realizadas y hermosas de ver.”

¿Han cambiado las preocupaciones de Colectivo Los Ingrávidos en doce años de existencia?

Cada sexenio ha producido una maquinaria audiovisual con una marcado perfil y escorzo propagandístico, que impacta y reestructura el iconostasio mediático, discursivo y semiótico de la sociedad. Las gigantescas cúpulas geodésicas que construyen semióticamente los gobiernos cada seis han ido desde la violencia vinculada a la guerra contra el narcotráfico, pasando por la saturación mediática, hasta la instrumentación turística de un indigenismo problemático.

“Varias de las piezas de lo que llamamos agitprop tienen una estética que le llamamos estética del trance, pero también una lógica dialéctica. Es una década de cine radical, que implica una problemática que pensamos desde Méxuco y Latinoamérica.Son varias maneras, metodologías y estrategias que utilizamos.”

Colectivo Los Ingrávidos: cine experimental que abreva en lo ancestral

Cuando hablamos de lo ancestral, lo pensamos como una imposibilidad de retrogradación: la imposibilidad de recuperar un pasado indígena o ancestral como nuestros abuelos lo hacían, porque estamos mediado por el capital, la destrucción de tejido social y las colectividades, la creación de políticas agresivas para los pueblos; una erosión de las políticas sociales por la imposición de un capitalismo neoliberal. No podemos regresar a los mismos pasos porque sería instrumentalizar los saberes y las prácticas antiguas, incluso sería oportunista.

Preferimos recuperar prácticas que tienen que ver con la subversión, en términos del origen de la palabra, subvertere, invertir, y eso incluye prácticas como el sacrificio y la ofrenda; la purificación. 

Notes for Deja Vu, Colectivo Los Ingrávidos

Notes for a Deja Vu: los 50 años de la matanza en Tlatelolco. 

La voz de Jonas Mekas reflexiona con nostalgia sobre las imágenes de un viaje a México que nunca sucedió. Habla de la memoria como testimonio del sufrimiento, mientras una película caducada de 16 mm muestra un acto de recordar, la memoria como verbo: protesta pacífica.

Las deidades son de los mismos manifestantes. En la Plaza de Tlatelolco filmas lo que encuentras, esto tiene que ver con la inmediatez, y después esa inmediatez se media con materiales como la música, el recorrido de la manifestación. Lo ancestral en Tlatelolco; el Templo Mayor en la Plaza de la Constitución: estratos históricos que se congregan. Ese trabajo se hace en esta lógica que llamamos trance estético, se separa del realismo y el naturalismo, no cubre la marcha como lo haría un medio de comunicación: trabajamos en función de la estética de trance.

Una experiencia chamánica: Tierra en trance.

Se trata de una visión chamánica. Interludio al trance. Invocación. Iniciación. Consagración de la intermitencia. Nuestro punto de vista centellea bajo el embrujo y la modificación de las cosas reunidas, caídas, pluviales. Hacia el frente el viento mesoamericano, aliento de los valles, lluvia de palos, piedras aurales. Arriba el contorno audiovisual que nos guía. Soplo cinético que nos inicia. Debajo el fondo que nos arrebata. Sonido telúrico de reberveración lunar. Desde el interior, veinticuatro cuadros por segundo. Desde el exterior, respiración. Barrancas y valles, instrumentos atmosféricos mesoamericanos. Testigos oscilantes de la vibrante polirritmia solar. La atmósfera reune sus elementos para provocar el trance de la Tierra. Veinticuatro brasas solares por segundo. Proyectado en 35 mm. Una ceremonia. Un rito. Un trance. Una energía pulsante. Una proyección de 35 mm. Tierra en Trance.

Tierra en trance, Colectivo Los Ingrávidos

Si no apela a la lógica narrativa, a mi ejercicio racional de causas y efectos: ¿a qué parte de mi mente convocan las piezas de Colectivo Los Ingrávidos?

Una película como Tierra en trance apela a los espectadores de una manera intuitiva, a un saber impersonal. Es una invocación al trance y eso está en la sugestión atávica de todos los seres, es una estrategia que utilizamos una sugestión atávica. 

Es un sacrificio, una ofrenda, una purificación, en el sentido bien práctico de la purificación, cuando entras a un lugar sagrado y lavas partes del cuerpo, que el Islam lo hace, los judíos lo hacen, los cristianos, los mexicas y los mayas. Lavarse para purificar el cuerpo y entrar a una ceremonia, a un ritual. Todas estas categorías están integradas en términos prácticos, es una integración de lo material con lo espiritual.

 

Sobre el cine experimental mexicano (Los Ingrávidos crípticos y desafiantes):

Desde las oscuras y asfixiantes cloacas hobbesianas, pasando por la oportunista y yerma industria cultural, hasta la gigantesca y gélida cúpula lapislázuli del cielo, ascienden, de todos, los aullidos. Sobre categorías vacías e intuiciones ciegas se extiende la noche mesoamericana que palmo a palmo trastoca el páramo en seco ¿No oyen ya ladrar a los perros?