‘Humo’ de Rita Basulto: una animación de la desesperanza y la resiliencia

Un niño muy pequeño intenta comprender cierta forma ocre, indefinida, del infierno en el que ahora vive. Su voz, entre el susurro y el balbuceo, no alcanza a describir este horror, y hiere los recuerdos de un pasado que no hace mucho sucedió. ¿Cómo contar una historia así desde los territorios lúdicos de la animación? En el cortometraje Humo, Rita Basulto apuesta por la imperfección y experimenta con la imaginería del stop motion, que puede convocar al asombro, pero también sabe describir la desesperanza. 

Y acaso, desde el espectro de la fantasía al que sigue convocando lo animado, insinúa cierta resiliencia, cierto espacio para la ensoñación.

Humo de Rita Basulto ha participado con en festivales como el de Festival Internacional de Animación de Annecy, o el Festival Internacional de Cine de Morelia. En agosto de 2023 mereció el premio al Mejor Cortometraje en el Hollyshorts Film Festival, lo que le permitió ser considerado, junto con otros 14 cortometrajes de todo el mundo, para la shortlist de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, y podría ser parte de las nominadas a Mejor Cortometraje Animado de la próxima entrega de los Premios Oscar.

Platicamos con la directora Rita Basulto de este ejercicio sombrío, que también busca convocar a cierta forma de esperanza.

 

Humo es la adaptación en stop motion de un cuento que escribe Antón Fortes, con ilustraciones de Joanna Concejo. ¿Qué te pareció interesante de esta historia para hacer un cortometraje?

Descubrí Humo en un lote de libros que nos obsequí la editorial española Pontevedra, de quienes ya hemos adaptado cuentos como Taller de corazones, que animó León Fernández; Zimbo, que codirigí con Juan Medina y El corazón del sastre, que dirigió Sofia Carrillo. 

La historia narra, desde el punto de vista de un niño indefenso, los horrores de la guerra y la deshumanización, es un contraste muy fuerte entre la inocencia y un doloroso despertar, el hecho de que un niño narre la historia tiene una profundidad mayor, como un eco que deja marcadas nuestras almas. 

El escritor Primo Levi decía que los inocentes no sobreviven. Es el precio de ver la luz y esta historia habla muy claramente de eso, de los errores que hemos cometido la humanidad contra nosotros mismos. 

 

¿Cómo creas las atmósferas, los colores y el diseño de personajes de Humo?

Cuando te involucras en un proyecto como éste, te das cuenta que no podías hacer algo alegórico, precioso, de una historia tan triste. Buscaba una arquitectura minimal, como Dogville, que fuera una historia más teatral. La iluminación la descontextualicé, no había línea de horizonte. Las proporciones de los personajes son un poco naif, como hechas por un niño. Eso me fue llevando a personajes desproporcionados, una arquitectura desproporcionada que nos transportara a un lugar terrible, desolador, árido. La luz y el color eran moderados, te transmiten esa ausencia de felicidad. 

Cuando estuve trabajando me vinieron al recuerdo los grabados de Käthe Kollwitz, de enorme contundencia. A pesar de que muestra momentos horribles, las escenas no dejan de tener algo sublime, atrapan el sentimiento fuerte de vivir circunstancias como esas. Así me di de cuenta de que era importante algo muy natural, viñetas que fueran como grabado de carboncillo. Los únicos personajes volumétricos son el protagonista, su madre y su mejor amigo, porque son las personas que conoces, los demás son planos porque pareciera que están en una pesadilla. 

Me interesaban esos rostros en papel marchito y lo más importante, ojos que parecía contener una lágrima que jamás se iba a derramar, porque en Humo no se llora, se  evoca la resiliencia de sobrevivir y tener una esperanza.

 

Sé que el stop motion lo practicas desde hace ya varios años, eres una de las especialistas en México de esta técnica, ¿qué te da a ti esta forma de de expresión? 

Son maravillosos los procesos. Trazar una idea que valga la pena y que se transforme en una pieza volumétrica es un proceso de alquimia, como tener un carbón y que se convierta en algo brillante.

El stop motion da una conexión inmediata con el público, pues saben que son objetos tangibles. La imperfección de esta técnica te acerca a lo que eres, un ser imperfecto. La mayoría de la personas que se dedican al stop motion disfrutamos el error, la imperfección y mis personajes son así. 

Las animaciones perfectas, hechas por computadora, parecen algo frío, aunque no necesariamente tiene que ser así. No estoy peleada con lo digital, en muchos proyectos de stop motion hay cosas generadas en 3D, los efectos especiales son vitales para las atmósferas. 

Pero el stop motion son pequeños altares, te vuelves casi un todopoderoso que decides lo que pasará en ese teatrino. En Humo está la metáfora del títere que trata de ser emancipado, de cortar las cuerdas. Eso logras cuando metes todo lo digital: cortas lo que sostiene a estos personajes y cobran vida dentro de este universo, que se vuelve como acción viva.

 

¿Cuánto tardas en producir un cortometraje como Humo? ¿Cuántas personas participaron?

En preproducción y producción fue un equipo de no más de seis personas, luego se van sumando. Yo cumplí varios roles: trabajé con León Fernández en la construcción de los puppets; el funcionamiento lo hizo Fernández y yo trabajé más la estética. Guillermina Gómez trabajó la confección del vestuario. 

Hubo tres personas en el rodaje: yo haciendo la foto, León Fernández animando y Sergio Valdivia también animando; más tarde en se involucran muchísimas personas, cuatro músicos, un compositor, el técnico, unas qunce personas y de equipo base, no más de cinco.

 

 

Y la voz del cortometraje llama mucho la atención; platícame de ella

Mi hijo Dante es la voz de Humo. Lo estuve considerando mucho, porque es una historia fuerte. De hecho, lo más difícil fue grabar la voz. Cuando empezamos a ensayar las voces, a Dante le parecía interesante todo el quehacer, pero no entendía la mitad. 

Cuando el personaje dice: “yo quiero quedarme, aunque pase hambre y tengo frío”, Dante me dice: “Mamá, se va a morir”. Y me pregunta: “¿por qué quieres hacer estas historias tan tristes?” Le digo que no todas son tristes, varias son felices, pero ésta es importante para que la gente entienda que no debe haber guerras , es un granito de arena que ponemos a las personas para concientizar de que cualquiera que va a la guerra pierde. Entonces empezó a asimilar el proyecto. 

‘Humo’. Dir. Rita Basulto

 

Te quiero preguntar lo mismo que Dante, ¿por qué hacer historias tristes? Pero también quiero contextualizarlo en el ámbito de la animación. Por lo general pensamos que la animación es para niños y que debe de ser algo divertido. 

Por desgracia, la animación se considera solamente un medio de entretenimiento infantil, que sí puede serlo y que también se puede disfrutar. Pero los animadores tenemos que sufrir ese estigma. Muchos directores han utilizado estas técnicas para darnos historias poderosas, como lo que yo pretendo hacer en Humo. Es importante entender que hay posibilidades fuera de las convenciones de la industria, que no todo es Disney. Es un medio excelente para cuestionarnos y filosofar. 

Los Estudios Ghibli hacen cine para todas las edades. Es una narrativa llena de surrealismo, con un imaginario maravilloso. Si yo pudiera hacer un largometraje me gustaría esa línea, la que trabajan Miyazaki y este tipo de artistas. 

 

Estás nominada en la short list de los Premios Oscar de 2024. Qué te provoca avanzar a este nivel.

Los cortos en los que he colaborado no habían llegado al short list, es un gran logro. Me siento feliz de la noticia, orgullosa con mi equipo y con todos los que me ayudaron . Esperamos la siguiente coladera, a ver si la pasamos, y si no, de todas maneras nos sentiremos satisfechos de haber cruzado el primer corte. 

Yo revisé la plataforma de la Academia y pude ver que hubo de candidatos 93 cortos, que quede Humo en la siguiente fase es un gran logro. No se pierde la ilusión, pero en esta carrera de festivales y competencias siempre tienes que estar pensando fríamente y lo demás es un regalo. 

Entonces, pues cruzar los dedos, prender veladoras y esperemos que sí crucemos la siguiente etapa.

Humo (México, 2023). Directora: Rita Basulto. Guión: Juan J. Medina, basado en el cuento Humo de Antón Fortes. Producción: Juan J. Medina, Rita Basulto, Mariana Méndez, Marc Pannia. Música: Mario Osuna. Sonido: Mario Martínez Cobos. Fotografía: Rita Basulto. Edición: Héctor Fausto. Dirección de arte: Rita Basulto. Voz: Dante Basulto.