En clave de coming of age, con guiños a la heist movie, el espionaje y la acción, El club perfecto, nueva entrega de Ricardo Castro [Los (casi) ídolos de Bahía Colorada] es una crónica humorística y conmovedora de aquellos años 2000 anteriores a las redes sociales; con adolescentes inciertos de sus identidades y sus destinos, pero con la energía suficiente para cometer un gran robo y vivir para contarlo.
Ana Layevska, Alfonso Borbolla y Liz Gallardo están al frente de una intensa cuadrilla de adolescentes, que desde su primera película se aventuran, desde la nostalgia, a proponer talentos para el cine mexicano del futuro.
El club perfecto tuvo su estreno en el Austin Film Fest para guionistas, y se miró en México por primera vez en el Festival Internacional de Cine Guanajuato 2025. Desde el 28 de agosto estrena en salas comerciales.
Platicamos con el director y cómplice de esta aventura.
Al final de los créditos indicas que El club perfecto está basado en hechos reales, ¿a poco el cineasta Raúl Castro robaba exámenes cuando estudiaba la preparatoria?
El director y sus amigos vivieron todo lo que pasa en la película. Cuando la empecé a escribir pensé que nadie me iba a creer que esto pasó en la realidad. Ocurrió en 2007, yo estuve en el primer robo de exámenes y mis amigos continuaron. Cuando empecé la escuela de cine fueron a verme y me dijeron: "tenemos tu próxima película." Yo no tenía idea del nivel de detalle al que habían llegado esto. Así empezó.
El club perfecto es un coming of age, pero le rascas y aparece el heist movie, hay guiños con Misión imposible: juegas con los géneros.
Quería hacer un homenaje de las películas con las que crecí. Mi papá era fanático de las películas de acción, mi infancia fue mucho Matrix y mucho Duro de matar y Steven Seagal, lo veíamos todos los fines de semana. Yo siempre he querido hacer acción, espero algún día ir por allá.
Muchas escenas son parodia de The Fight Club, Jurassic Park o Matrix. Mezclamos este universo noventero-dosmilero y a ver si la gente las cacha.
En tu filmografía hay un cortometraje, Adiós, adiós, adiós, que por un lado tiene el corte intimista, experimental, de los trabajos de estudiante, pero también tiene rasgos de humor. ¿Qué me puedes platicar de tu relación con el género?
La comedia es una manera catártica de llegar a sentimientos más profundos. Es una estrategia rara: haces reír a alguien y entran en confianza para que luego se abran.
Adiós, adiós, adiós fue mi carta de presentación con los productores, que vieron que sabía manejar comedia y drama. Mi mamá murió en 2022 y en ese tiempo teníamos que hacer un documental en el CCC, quise hacerle esa carta de amor a mi mamá y a mi familia, una familia muy particular: crecí en una comuna en medio del bosque, eran 17 personas que venían de Sinaloa, todos norteños y borrachísimos; mi infancia fue muy divertida. Luego pasó esto con mi mamá y mezclé comedia y drama, porque esto ha regido mi vida. El documental empieza con diez minutos de risas y acabas llorando.
Tienes a una decena de personajes adolescentes, pensaba que además de la ficción del salón de clases, tu rodaje también debe haber sido semejante a un curso esceolar, ¿cómo trabajaste con estos adolescentes para conseguir la frescura que presentan?
BM Casting se lanzó a las preparatorias de la ciudad, a ver quién quería salir. Creo que Gabo Fritsch iba pasando de churro y dijo: "prefiero ver qué onda con este casting que estar en mi salón." Así encontramos joyas por toda la ciudad, todos con la ilusión de hacer su primera película.
Ninguno había hecho una película: alguno participó en una “Rosa de Guadalupe” o habían tomado clase de teatro, pero no tenían conocimiento de nada. Tuvimos un proceso de mes y medio para hacerlos amigos en la vida real y que eso trascendiera a la película. Dos meses antes de filmar les di talleres de sensibilización. Quería conocerlos, para saber cómo dirigir a cada uno: uno era muy bueno solo, pero no cuando estaba con todos, entonces hicimos sus escenas con improvisación; y otro al revés, no necesita calentamiento pero si lo repite tres veces ya está acartonado, es mejor aventarlo directo a la pista de baile.
También hubo esta preparación de decirles: "Este personaje es un amigo mío de la vida real y es así y así, pero me gustaría que le metieras un poco de ti." Fui encontrando estas particularidades de los propios actores para agregarlos a los personajes, así estuvieron mejor dibujados. Ellos le metían de su cosecha, por eso quedó tan colorido el abanico de personajes: empezaron con una persona de la vida real y lo complementaron con sus personalidades.
Les hice playlists de lo que escuchaba cada personaje, puros éxitos de 2007. Tuve talento crudo, que no ha sido maleado con los hábitos de un set. Los tallamos desde cero y fue divertido.
Llama la atención el diseño de producción de El club perfecto, esta inmersión en la cultura de los primeros años 2000...
Quise hacerle un homenaje a los 2000 y crear un retrato real de las preparatorias mexicanas, porque casi siempre parecen gringas, el pasillo con lockers que no existe en México, los gimnasios. Entonces nos echamos un clavado en las investigaciones, además teníamos mucho crew de la generación que aportaba cosas. Fue una cosa colectiva de juntar lo que sabíamos y echarnos un clavado en nuestras adolescencias.
Yo siempre he sido un recolector de cosas, tengo un disco duro con conversaciones de Messenger, screenshots de cómo era mi escritorio de pantalla, mis celulares. Revivimos celulares de la época que no sé de dónde sacaron.
También, trabajé con Mónica Chirinos desde Los (casi) ídolos de Bahía Colorada, una diseñadora de producción legendaria, con un espíritu juvenil más joven que el mío. Recuerdo que me decía cosas de los diálogos, como: "aquí estás diciendo algo de género que es muy moderno, entonces era orientación sexual”. Este esfuerzo colectivo hizo a la película muy fiel. Nos clavamos y fue divertido recrear este universo dosmilero: la investigación y la diversión de recordar que el frutsi se abría de la parte de abajo, o el chicharrón con chamoy. Todas esas cosas.
A la comedia le va muy bien en taquilla, pero desde la crítica se le desdeña. ¿Cómo ves el género en el ecosistema del cine mexicano?
Pecamos de querer hacer comedias gringas y no nos quedan bien, por eso hay tanto churro. Para mí el humor mexicano es único, los memes mexicanos son los mejores, comparados con los de otras partes del mundo. Tenemos un México surreal: sales a la calle y ves cosas cómicas, coloridas, nada más Buñuel le sacaba provecho.
Con Los casi ídolos de Bahía Colorada me pasaba esto: mi familia es de Sinaloa y todo lo que existe de Sinaloa es tragedia y narco, pero vas allá. La gente es cálida, los lugares coloridos, nunca se le ha hecho justicia a eso. Estoy harto de que la representación del Norte sea El infierno.
Eso hice en El club perfecto: una preparatoria con una directora elegante que come chips con queso; o alumnos que buscan a un robacoches de Pericoapa para meterse a una escuela de Polanco. Quise sacar este bestiario de situaciones de un México mágico. El mexicano es ingenioso, tiene muy buen sentido del humor y eso lo hace entrañable. Para mí eso debería ser la comedia en el cine: adueñarnos de lo que hacemos en el día a día.
¿Los que robaron los exámenes ya vieron El club perfecto?
Nada más los primeros veinte minutos, les dije que no les enseñaría más hasta que estuvieran en la sala de cine; van a ir a la premiere el 27 de agosto, en primera fila.
Una es arquitecta, el otro trabaja en una empresa de aviones, otro en una revista. Uno es contador, el otro abogado, el otro hace finanzas. Para ellos es rarísimo que alguien les hiciera una película de su adolescencia, que alguien romantizó su adolescencia.
El club perfecto (México, 2025). Dirección: Ricardo Castro Velázquez. Guion: Ricardo Castro Velázquez. Compañías productoras: Alazraki Entertainment, Edge Films. Producción: Jonathan Davis Arakelian, Moisés Chiver, Adrián Ituarte. Cinefotografía: Santiago Cantillo. Edición: Horacio Romo Mercado. Música: Tomás Barreiro. Diseño de producción: Mónica Chirinos. Elenco: Ana Layevska, Alfonso Borbolla, Liz Gallardo, Hernán del Riego, Aldo Escalante, Xavier García, Rodrigo Munguía, Gabriel Fritsch, Daniela Martínez, Andrea Tova, Diego Peniche, Miguel Orlando, Dei Saldaña, Jorge Reyes, Regina Carrillo, Gabriel Ulloa, Selene Gottdiner.