3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas mayo: las maternidades

Sigue el cine en lenguas indígenas. Siguen las historias y las expresiones de las comunidades, que en mayo ronda el tema de las maternidades. 

 

Las producciones que se presentarán en mayo contienen expresiones diversas de la maternidad: el oficio de traer hijos al mundo, el dolor de haber perdido a un hijo en condiciones violentas, el acompañamiento cuando una mujer ha decidido que no es tiempo de ser madre.

 

La cineasta yoreme Iris Villalpando comparte dos retratos de su serie Yolem jammut (Mujer yoreme) de 2017: Äsuatame (partera) y Jiteberi (curandera)

 

Mercedes Moncada registra la dolorosa muerte por atropellamiento del hijo de María Elena y cómo ella busca la justicia occidental y la de su propia comunidad, en La pasión de María Elena (2003).

 

Mientras que en la producción de 2022, Ixu jarhaskach’e acompañando, el colectivo Marea Verde Michoacán, conformado por un grupo de mujeres que luchan por la libertad de elegir y acompañar un aborto seguro, y que han elegido el cine como forma de expresión y divulgación, hacen una crónica sobre el acompañamiento del aborto. 

 

En las lenguas yoreme, rarámuri y purépecha, estas historias se presentarán del sábado 21 al martes 31 de mayo, en Contigo en la Distancia, FilminLatino, la plataforma del Imcine, además de televisoras locales y sedes presenciales.

 


 Conoce la Programación general de la 3ra. Muestra de Cine en Lenguas Indígenas mayo

 

Yolem jammut, Mujer yoreme, de Iris Villalpando: retratos de saberes en Sinaloa 

Orgullosa de sus raíces, la directora Iris Villalpando, originaria de El Fuerte, Sinaloa, sigue de cerca los oficios que desempeñan cinco mujeres yoreme y los lleva a la pantalla con su colección de cortometrajes titulada Yolem jammut (Mujer yoreme), en la que deja clara su preocupación por preservar los conocimientos y saberes de las mujeres de la región. “Con mi trabajo estoy haciendo algo parecido a un catálogo de las personas que considero como las más importantes de la comunidad yoreme.” explica la directora.

 

Iris Villalpando incursionó en el cine de manera formal desde el año 2016, luego de recibir una capacitación en Polos Audiovisuales. En 2017 recibió apoyo por parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI= para realizar Yolem jammut, proyecto en el que da a conocer el trabajo de una curandera, una partera, una maestra bilingüe, una cocinera y una alfarera.

“Recuerdo que las pláticas que tuve con mi abuela influyeron mucho para que yo eligiera a las cinco mujeres que aparecen en los cortometrajes”, explica Villalpando. “Ella me hablaba de curanderas, de parteras, de sus tías y de muchas cosas que hacían las mujeres en aquella época, así que investigando un poco me di cuenta que todavía existen muchas mujeres desparramadas en todo el territorio con conocimientos poderosos.”

 

Para realizar los cinco cortometrajes formó un equipo de trabajo al que se unieron el fotógrafo Luis Toscano y el sonidista Rodolfo Álvarez. “Cuando gestioné el proyecto no sabía quién iba a trabajar conmigo, pero una vez aprobado me di a la tarea de buscar colaboradores. En aquel momento iniciaba mi amistad con Luis Toscano, así que le propuse participar en el proyecto, porque ya sabía que era un buen compositor de imagen, y aceptó a pesar de saber que no iba a ser mucho el pago. A Rodolfo Álverez lo conocía desde antes, de hecho él me presentó a Luis, y los tres juntos sentimos muy buena vibra.”

 

Iris Villalpando es la primera y única mujer que realiza películas en lengua yoreme, al respecto declara: “desde el momento en que decidí hacer documentales mi objetivo principal era que la lengua yoreme fuese la protagonista de mis historias, porque quiero que la gente reconozca el desvanecimiento y el desplazamiento que ha sufrido nuestra lengua por el español.”

 

Desde hace tiempo, los cinco cortometrajes que conforman Yolem jammut se encuentran disponibles en Facebook, con la intención de que la comunidad yoreme puedan tener acceso a ellos. “Aunque las personas que los han visto los valoran mucho, también nosotros los yoremes no somos muy expresivos. Pero las funciones que me han tocado de manera presencial han sido bien recibidas, sobre todo porque está en yoreme y muestra el conocimiento de las personas mayores, conocimientos que quizá la gente más joven no conoce.”

Ixu jarhaskache acompañando, del colectivo Marea Verde Michoacán: didáctica para decidir sobre el propio cuerpo 

Mayra, mujer joven purépecha y madre de dos hijas, se encuentra ante un embarazo no deseado y debe tomar una decisión importante para su vida. Su inquietud la lleva a buscar apoyo en mujeres de su comunidad. Ésta es una historia común en la vida de muchas mujeres, de todos los territorios y de todos los tiempos.

 

“El aborto es algo que sucede todos los días”, menciona Itzi Mora, una de las creadoras del cortometraje Ixu jarhaskache acompañando. “Y queríamos generar un entendimiento frente a estas decisiones que en realidad son muy cotidianas en la vida de las mujeres”.

 

Para la filmación del cortometraje, las mujeres de la colectiva Marea Verde Michoacán (conformado por Itzel Muñoz Mora, Elizabeth Hernández Nava, Celina Yunuen Manuel Piñón, Rosalba López López, Vanessa Marín Martínez, María Fernanda Placencia Jacuinde, Tamara Órtiz, Jessica Rivera, Sashenka Hernández Estrada, Victoria Equihua, Yannick Castro, Elizabeth Limón Ahumada, Tamara Ortiz Ávila, La Faty- Brujita de las velas, Isis Milian Zamora, Italia Maya Granados, Zuleyma, Elizabeth Téllez JuanPedro, Yaraseth Legorrera Urbina.) formaron su propia dinámica de trabajo que denominaron “dirección rotativa”, en la que se conjugan todas sus voces y enfoques creativos. Celina Yunuen Manuel explica: “Cada mañana antes de iniciar la grabación, se hacía una junta para decidir qué roles se iban a asignar a cada compañera. Los roles cambiaban cada día, a veces te toca estar detrás de la cámara y otras veces te toca usar el micrófono, y algo muy lindo que sucedió al trabajar de esta forma fue que todas aprendimos a utilizar las herramientas de trabajo y siempre nos ayudamos mucho.”

 

La historia de Ixu jarhaskache acompañando se aleja de la mirada tremendista con la que se suele abordar el tema del aborto. “Queríamos ver el aborto como parte de la vida sexual y reproductiva de las mujeres, ya estábamos cansadas del melodrama que generalmente se encuentra alrededor del tema. También pensamos en las salidas y proyecciones que íbamos a tener en otras comunidades purépechas, así que queríamos provocar curiosidad para que las mujeres se acercaran a conocer más de estos procesos y aceptaran que es una parte natural de la vida, sin importar su contexto social”, menciona Celina Yunuen Manuel.

 

El cortometraje también incorpora diálogos en purépecha,  con la intención de incluir otras audiencias a la conversación sobre el aborto. Celina Yunuen Manuel explica: “se decidió incorporar la lengua purépecha por la diversidad de mujeres involucradas en este proceso creativo, varias somos de comunidades purépechas y hablantes de la lengua. Pero también lo hicimos pensando en las exhibiciones que teníamos planeadas, la idea siempre fue mostrar el cortometraje en comunidades purépechas y pensamos que escribir algunas partes en su lengua sería lo mejor para llegar de manera directa a ellas y generar cierta cercanía.”

 

La pasión de María Elena de Mercedes Moncada y dos formas de justicia

Mercedes Moncada es de ascendencia nicaragüense y española; se formó como cineasta en México y su ópera prima, La pasión de María Elena (2003), ocurre en la Sierra Tarahumara, con un marcado acento social. “Quería hacer una película sobre la esquizofrenia cultural e identitaria que vive México respecto a sus orígenes indígenas, que por un lado tienen esta exaltación de la diversidad cultural y por otro lado un racismo muy incorporado en buena parte de la sociedad mexicana.”

 

Aunque la idea inicial era hacer una película que abordara casos de justicia en comunidades de Chiapas, Oaxaca y Chihuahua, la historia que encontró en la Sierra Tarahumara le dio elementos suficientes para concentrarse en ella. “Pasé mucho tiempo viendo archivos de la oficina de derechos humanos, buscando casos que habían pasado por juicios. Ahí encontré a María Elena y fui a buscarla a su Regochi, su comunidad. Enseguida se generó una atmósfera de confianza y todo fluyó muy bien.”

 

La pasión de María Elena narra la muerte de Jorge, hijo de María Elena, atropellado por una mujer blanca o chabochi, como les llaman los rarámuris “María Elena enfrentaba un sistema muy corrupto, que favorece a la gente blanca. Mientras más se dan estos encontronazos más desoladas y desamparadas se encuentran las personas.” 

 

Para Mercedes también fue su primer contacto con la cultura rarámuri. Algo que le llamó la atención: su sistema legal que buscaba el equilibrio y la armonía. “Desarrollé el personaje de María Elena basándome en la cosmovisión rarámuri y en la manera en la que ella se relacionaba con su mundo.”

 

A La pasión de María Elena han seguido películas como El inmortal (2005), La sirena y el buzo (2009) o Palabras mágicas (2012), que se centran en la realidad nicaragüense. Pero México sigue siendo un pendiente en sus intereses de Moncada. “Todavía no se acaba mi etapa en México, de hecho, tengo un hijo mexicano y muchas ganas de regresar al país. Además, conozco bien las contradicciones mexicanas. Pero necesito estar en el país para volver a sentir el pulso de sus problemas. Como directora no me basta con mis ideas para hacer una película, también necesito vivir y percibir las historias, las vidas y los cuerpos de las personas.”

 

*Colaboración en la redacción: Luis Felipe Maceda