‘Sobre las olas’, de Horacio Alcalá: dos mujeres en un pueblo surrealista

Conozcan Magdala, una comunidad agrícola llena de misterios. Ahí, Gloria Zamora busca cómo financiar la carrera de su hijo, y desde ahí escala por una red de corruptelas que la convierten en la matrona del pueblo. Mientras que en España, la actriz Rocío Almada quiere emular a la diva Sara Montiel. En sus intentos queda involucrada con una red de malandrines que la ponen en riesgo. Gloria y Rocío son variaciones de la misma ambición, y del embrujo que provoca Magdala: isla viva, con tonos mágicos o surrealistas.

En Sobre las olas, nueva entrega de Horacio Alcalá, se propone una poderosa fábula de dos mujeres insertas en un mundo tan onírico como carnavalesco. Tiene en sus protagónicos a Ángeles Cruz y la cantante Roko, además de la colaboración del grupo noruego Trondheim Voices. Fue filmada en Los Altos de Jalisco y el Lago de Chapala, y cuenta con el apoyo de Filma Jalisco y Estudios Churubusco. Ahora se ha presentado en las secciones Premio Maguey y Hecho en Jalisco del 40° Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

“Sobre las olas habla sobre la fragilidad humana ante el poder, es una exploración de hasta dónde podemos llegar los seres humanos por codicia”: así describe Alcalá este ejercicio experimental y psicodélico. 

En Sobre las olas presentas a dos mujeres: una actriz y cantadora, émula de Sara Montiel, y una mujer humilde que se tranforma en matriarca. Esto ocurre en la isla de Magdala. ¿Cómo se te va ocurriendo esta historia?

Si te fijas, una de las historias es en blanco y negro, la otra queen color. En realidad, una de esas mujeres es real y la otra es inventada. No sabemos si Gloria Zamora se inventó en su cabeza el personaje de Rocío, o si Rocío se inventó a Gloria Zamora para lograr su sueño. ¿Cuál es la historia real y cuál la inventada? Eso lo dejamos a al público.

El guión lo hacen Ángeles Cruz y Peter Andermatt. A Ángeles la he visto de actriz, tiene una década siendo directora, y ahora hace un guion para ti, ¿cómo fue ese proceso de escritura?

Conocí a Ángeles en el rodaje de Finlandia y me quedé con muchísimas ganas de trabajar con ella como protagonista. Siempre imaginé verla como una emperatriz, con un registro que jamás le hemos visto en nuestro país. Empecé a hablar con ella sobre trabajar juntos, y después tuve un sueño.

Soñé el final de la película, se lo conté y a partir de ahí le fui dando un argumento, y ella le creó una estructura para llegar a ese final. Ángeles y yo pensamos que es una película de cine experimental, lo que hemos hecho ha sido jugar y experimentar, y parece que ha salido una historia entendible.

Fue un proceso de dos años interesantes, porque Ángeles Cruz es una referencia en el cine, entonces estaba muy bien cuidado, hemos confiado mucho el uno en el otro: dijimos que nos íbamos a divertir y eso se nota en la imagen. Ángeles insistió en tener personajes realistas; eran las situaciones las que ponían a estos personajes al límite.

La película empieza como cine costumbrista y llega al surrealismo. No sabemos en qué momento hay ese cambio. Por lo tanto, todo puede ser lo mismo. 

A mí me pareció una puesta en escena carnavalesca, me remitía a Finlandia, donde planteas un escenario real, de comunidades, costumbrista, pero también destaca la opulencia del vestuario y en este caso hay máscaras: un juego teatral, de retablo, que excede lo convencional. Una puesta en escena media fellinesca. 

Yo vengo del mundo del circo, trabajé siete años en el Cirque du Soleil y ahí aprendí que las sensaciones tenían que contar la historia, más que la historia misma. Entonces me traje ese aprendizaje del circo al cine. Me he basado mucho en las películas de la época de oro del cine mexicano, por eso la referencia a Sara Montiel.

Quiero hacer el énfasis en Roko, que en México no la conocemos mucho, pero tiene una presencia importante en España. 

Roko viene del musical, ha trabajado con Antonio Banderas, es su primera película como actriz. Ha sido muy interesante trabajar con ella, ha traído toda la esencia del escenario y esa técnica del canto, que era necesario para representar a Sara Montiel. Por supuesto, ella y Ángeles se adoraron trabajando juntas y lo han dado todo. Cada una es de diferente espacio, de diferente sitio, pero hemos logrado que fuese una historia de mujeres, en las que los sueños de una se reflejan en la otra. 

Otro element que tiene gran protagonismo en Sobre las olas son las voces, que vienen del grupo Trendem Voices.

Ellas noruegas, muy famosas, patrimonio cultural de de Noruega. Cantan en diferentes óperas y como conjunto hacen música tradicional de su país, con un formato contemporáneo.

Ellas entran en trance, no cantan palabras, cantan lo que viene del universo, lo que sienten en ese momento. Yo trabajo desde hace cinco años con ellas en documentales para la tele alemana, y decidieron acompañarme en este proyecto.

Les mostré imágenes del rodaje y sobre eso ellas fueron expresando, con técnicas de improvisación. No hay partituras ni instrumentos, lo que escuchas son sus voces. 

Son elementos distantes: una historia mexicana, que escribe una oaxaqueña como Ángeles, ubicada en el lago de Chapala, con una actriz española que emula a Sara Montiel. Después viene Trendem Voices. ¿Cómo combinar todo esto? 

En la isla de Magdala no solamente hay personajes de carne y hueso, también los elementos son personajes. El lago es un personaje más, y es capaz de dejar preñada a Trinidad, la hija de la protagonista. La tierra es otro personaje y las voces son los sonidos de la isla y la tierra.

Por otro lado está el fuego, que es sanador, y en algún momento el viento decide dividirse, para los que se quedan en la isla y para los que se van. 

Sobre las olas me pareció psicodélica; hay una obviedad, en algún momento se menciona a la ayahuasca, pero además es una película hecha más para los sentidos o para abrir alguna percepción, que para seguirla desde una lógica racional. 

Podría haber sido ayahuasca, o el aceite de tepescohuite, que tiene un efecto parecido. Lo importante era que fuese un ritual colectivo. Podría haber sido un menjurje inventado por Trinidad. Lo importante es lo que la planta le decía a Trinidad: "Soy la que va a despertar a este pueblo." Porque la ayahuasca no es para olvidar, es para despertar.

¿Qué te parece presentar Sobre las olas en Guadalajara? 

Yo soy de los Altos de Jalisco. Esta película en realidad está hecha por la comunidad. A mí me ayudó todo mundo, me prestaron carros, caballos, un jaguar, ranchos, vacas. La comunidad hizo todo lo posible para crear esta pieza y se nota el tono costumbrista porque está hecho por la gente. 

Jalisco está teniendo una década pródiga de cine, se están filmando películas, hay animación importante, hay muchas expresiones que van hacia el audiovisual. ¿Qué piensas que está pasando alrededor de todo eso? 

Guillermo del Toro abrió mucho el camino: él ha apoyado al festival de Guadalajara, que es una plataforma, un pilar para que todo el talento sea visto.

También, nosotros hemos obtenido el Filma Jalisco, que nos ha permitido hacer una postproducción avanzada. También hemos ganado un concurso en España, que incluía a Estudios Churubusco. Entre las ayudas que se están dando, la comunidad también queriendo hacer cine, porque en Tepatitlán nos dieron todo. La gente nos llevaba desayunos, nos invitaban a sus restaurantes, nos invitaban cenas. Era una colaboración de todos, no hay solamente un factor. 

Sobre las olas (México, España, Francia, 2025). Dirección: Horacio Alcalá. Producción: Horacio Alcalá, Aitor Echeverría, Eduardo Naranjo, Nacho Guerreros, Pablo Berthely, Julio Berthely, Daniel Blanco. Guion: Ángeles Cruz. Cinefotografía: David Palacios. Edición: Nacho Ruiz Capillas. Sonido: Jorge Torres. Dirección de arte: Alex Arbesú. Compañías productoras: The Aurora Project, Tyrano Films, Aitor Echeverría, Producciones Rocambolescas, Estudios Churubusco, Terranova Producciones, Odín Acosta. Película realizada con el Programa Cash Rebate de Filma Jalisco. Reparto: Ángeles Cruz, Roko, Nacho Guerreros, Alejandra Herrera, Eugenio Rubio, Diego Landaluce, Joaquín de la Luz, Constanza Andrade